El partido del lunes contra Quilmes está a la vuelta de la esquina y por ese motivo, Diego Flores evalúa que futbolistas podrían ser de la partida. En ese sentido, el técnico organizó un amistoso el miércoles con el objetivo de seguir a fondo el rendimiento de aquellos futbolistas que se encontraban con alguna dolencia física y a partir de allí, empezar a tomar las decisiones fuertes.
Además de parar a Mauro Verón como lateral izquierdo, Tiago Peñalba como uno de los centrales y Axel Bordón por la derecha, Flores se decidió por el tándem de Mateo Acosta y Gonzalo Klusener en el ataque. Ambos futbolistas se encuentran con molestías musculares y por eso se les exigió hasta el final para saber si llegan al duelo del lunes. En ese sentido, respondieron con normalidad y de no mediar inconvenientes, integrarían la lista de convocados para enfrentar al “cervecero”.
En tanto que los jugadores que continúan con la puesta a punto de sus respectivas lesiones son dos: Joaquín Ibáñez y Guillermo Ferracuti.
En el primer caso, Ibáñez continúa su recuperación de un desgarro. El extremo disputó 30’ minutos en el debut contra Gimnasia de Jujuy, pero se resintió de una molestía que traía de la pretemporada y desde allí no volvió a sumar minutos con la camiseta “rojiblanca”.
Mientras que Ferracuti viene entrenándose diferenciado y recién la semana que viene podría sumarse a los trabajos con el grupo. El lateral izquierdo había sufrido un desgarro de grado dos en la victoria contra Deportivo Maipú, en Mendoza.
Por su parte, la novedad sería el regreso de Gonzalo Rodríguez. El extremo, que desde su regreso no sumó minutos de manera oficial, podría tener su reaparición en el banco de suplentes contra Quilmes. “Turbo” disputó parte del complemento contra Central Norte y hasta marcó un gol. De esta manera, crecen las chances de que esté en los convocados.
En la jornada de ayer, los trabajos se mudaron a La Ciudadela. Allí, Flores diagramó ejercicios con pelota para formar el “11”.